Pizza con masa madre

1er PASO: En un cuenco se mezcla la MM con 125 ml de agua templada y se remueve hasta disolver. Posteriormente se añaden 150 g de la harina y se remueve todo hasta que quede todo bien incorporado. Se tapa con film transparente y se deja reposando en la nevera durante 12 h.

2º PASO: Pasado el tiempo de reposo, sacamos nuestra mezcla de la nevera y añadimos los demás ingredientes comenzando por lo que quedaba de agua. Volvemos a remover hasta que quede la pasta homogénea. Posteriormente agregamos la sal y, finalmente, el resto de la harina de espelta. Se va incorporando poco a poco, removiendo con una paleta de madera o una lengua de silicona. Llegará un punto en el que es imposible seguir removiendo en el cuenco y nos quedará harina que incorporar, así que lo trasladamos a la mesa de trabajo y seguimos amasando con las manos. Una vez esté la masa homogénea, la dividimos en 4 partes iguales y la dejamos responsado dentro de un film transparente durante 2 horas a temperatura ambiente.

3^er PASO: Trasladamos la masa de pizza a una bandeja de horno, previamente espolvoreada con harina y la rellenamos con los ingredientes que consideremos oportunos que, en este caso son: tomate, queso, berenjena y jamón serrano. Tanto el horno como la bandeja han de estar a una temperatura de 250 °C. Lo ideal hubiera sido poner la base de nuestra pizza en la parte inferior del horno, pero no tengo paleta para poder introducirla, así que lo he tenido que hacer precalentando la bandeja de horno. La pizza tarda en hacerse uno 6 u 8 minutos.